viernes, 17 de julio de 2009

Día 117: Este no es el adiós, es la despedida...

Y asi se fueron estos 4 meses. Entre amigos y lenguas extrañas (y no tanto), entre problemas que se solucionaban antes de empezar, y soluciones problemáticas. Entre el rio Garona, y el Mokva, entre cuscús y kebab, entre modernos trenes franceses y viejos bondis rusos.
Esta última semana la pasé en Madrid, de nuevo en el cariño de los amigos dejados en el 2007, en una ciudad que es como casa. Con 40 grados de calor y 35 de noche.Asi por fin llega el 15 de Julio y embarco en el Aeropuerto de Barajas con rumbo a la querida buenos aires. 12 horas, un océano y toneladas de fernet y dulce de leche me separaban de mi hogar.
Y una vez que despega el avión, uno se impacienta por poner pie en tierra, y llenarse de aire del sur y gripe A, de escuchar “yuvia” y “yamado”, de tomarse un “bondi” en vez de “coger un autobús” o “prendre un bus”, de andar en “subte” en vez de en “metro”, de llegar a la casa de un amigo y abrirle la heladera sin pedir permiso, de poder hacer un chiste sutil y que se entienda. En fin, de pisar el suelo austral y llenarse el alma de ARGENTINA.

A todos los que compartieron esta experiencia conmigo, ya sea desde una visita al blog, o una birra en algún bar del mundo, MUCHAS GRACIAS.

El Tano se despide…

CAMBIO Y FUERA.

viernes, 10 de julio de 2009

Día 111: Las despedidas son esos dolores dulces...

Y si, el indio tiene razón.
Una mezcla de emociones en una despedida de Toulouse, de Francia digamos, donde pase los últimos 3 meses y medio casi.
Varios amigos se acercaron a saludar a mi depto, donde comimos un arroz con salsa de crema o de tomate.
Mike y Sue, mis amigos de nueva Zelanda e Inglaterra respectivamente, que desde los primeros días en Toulouse me acompañaron con su amistad. Siempre me hicieron sentir que estaban allí, para cualquier cosa, para divertirnos, para salir por ahí, para ver los partidos de la selección, o cuando uno necesitaba un oído amigo.
Pablo, importado de Jaén, Andalucia, copiloto de aventuras y almirante en el barco de la búsqueda de trabajo. Juntos recorrimos agencias de empleo y bares, haciendo amigos y conocidos. Un gran amigo.
Emma, la chica que me alquilo el depto, siempre con su confianza y buena onda.
Aude y Elodie, dos chicas francesas, amigas de Mike y Sue, que se unieron estas ultimas semanas, haciendo un alto en su investigación nacional en búsqueda del mejor mojito de francia.
Mercedes, amiga española que acepto mi invitación de venir a conocer Toulouse, que se la debía por tantos favores en Madrid, y por la amistad que nos une. Junto con ella también fuimos a Bordeaux, a hacer un poco de turismo, y recorrimos la ciudad de toulouse, degustando los distintos kebabs de la zona.
En estas semanas también tuve la visita de mi prima, Graciela, que estaba en Barcelona y se vino a recorrer toulouse.

El viaje llega a su fin, ya a menos de diez días del regreso a Argentina se palpitan las ganas de llegar y reencontrarse con amigos, novia, banda, fernet, mate, asado, etc…

Hoy escribo desde la madre patria, España, mas precisamente desde Vallecas, Madrid, ultimo destino de esta gira, antes de cruzar el charco grande, dentro de algunos días…

Les dejo unas fotos, donde también están algunas del festival de tango que hubo en Toulouse, donde me sentí muy imbécil al no saber bailarlo (Ana, al otro dia de llegar nos anotamos en las clases de tango…).
Algunas fotos de Toulouse de noche, que estan muy buenas, y también las fotos de los amigos, o mejor dicho de algunos amigos que estuvieron durante la etapa francesa de este viaje.







Día 111: imagenes paganas.

Algunas imágenes más de Toulouse, el lugar, los amigos, la gente...



















jueves, 2 de julio de 2009

Día 103: So much to say.

Dave Matthews band tenia dentro de las fechas de su gira Europea de verano, una fecha en el Olyumpia hall de Paris, el 1 de Julio.
Entonces, me saque un vuelo BCN-PARIS de ida, y el ticket al concierto.
A partir de ahí, empezó la odisea…

El vuelo salió del aeropuerto del Prat de BCN con 1 hora de atraso. Ya adentro del avión, un francés que estaba borracho se puso a tirar los folletos de seguridad por el pasillo, hasta que lo vinieron a bajar del avión…
Luego de media hora de discusión, el francés se quedo.
En los asientos de al lado iban una pareja de rumanos, o ucranianos, no me acuerdo, erradicados en francia. Como el avión se movia mucho, y se ve que yo estaba serio como perro en bote, el tipo pela una petaca de whisky y me sirve un vaso.
Ahí estaba yo, chupando whisky y hablando con esta gente, muy simpaticos, hasta aterrizar.
Al llegar a Paris, a las 23.30, prendo el celular, y la amiga colombiana que se suponía me iba a ir a buscar, y a alojar, me llama diciendo que tuvo un problema, y que no puedo ir a la casa…
mmm…. Cuac!
Sabiendo como es el transporte en europa, que a medianoche te volvés calabaza y cortan todos los transportes, me fui corriendo y pague los 8.50 euros del tren al centro de parís, para luego allí buscar un hostel o algo…
El tren nunca llego….
La gente se tomaba taxis a la ciudad, y yo estaba allí, sin un mango y varado en el aeropuerto. Al lado de unos asientos quedaba un espacio en el piso. Miro el espacio. El espacio me mira. Lo siguiente que faltaba era un dialogo tipo: “yo no te gusto, y vos no me gustas, pero esta noche la vamos a pasar juntos, así que vamos a llevarla lo mejor posible…”
Y así fue, almohada con la mochila, posición fetal, culo contra la pared, y a dormir. Estaba tan fusilado que lo siguiente que recuerdo es abrir un ojo y ver una nenita que me miraba fijo y le decía a su mama en francés: “mama, mama, el borracho se despierta…”
Con el poco de dignidad que me queda, me levanto con cara de que no me dolia el cuello ni la espalda, saco el polvo de la campera, y arranco hacia el Mac Donals que ofrecia el menú “petit déjeuner” de un croissant y un café por 2 euros.
Me siento a comerlo y me llega un mensaje al celular del tipo con el que iba a volver a toulouse en auto compartiendo gasto, diciendo que no iba a hacer el viaje al final…
Miro el café. El café me mira. Lo único que falta es que el empleado del mac donals haya escupido adentro.
A organizarse, a planear los pasos a seguir. Termino el café escupido, paso por el baño a lavarme los dientes y directo a reclamar mi ticket de tren del dia anterior, que no fue usado. Me dieron un ticket nuevo y me subo al tren. Bajo cerca de la estación de trenes de Montparnasse, y voy a averiguar por los trenes de vuelta a Toulouse. Muy caros.
Vago un poco por las calles de parís, sacando fotos y filmando algún videíto para luego usar en alguna compilación.
Kebab y fanta de limón como almuerzo, y de ahí a un locutorio. Compro un boleto para el otro dia a las 8 de la mañana de regreso a Toulouse.
Ahora solo quedaba resolver el tema de dormir esa noche en algún lado…
A las 5 de la tarde voy a el lugar del recital y ya había cola. Me pongo a hablar con una pareja noruega-inglesa. Me dicen que si no te quedas ahora en la cola, después lo ves desde el fondo el recital. Yo pregunto muy Argentinamente: “no podes llegar adelante empujando después?...”
Me miran y me dicen: “no. Eso seria muy poco amable…”
Entonces estaba entre quedarme ahí en la cola, y después dormir en la calle, o primero conseguir un lugar para dormir y después ver el recital desde la parte de atrás….
Obviamente me quede en la cola. Dios proveerá…

Asi que se abren las puertas y entramos, a las 20 hs. Al lado mio un francés de casi 2 metros con una cerveza.
TANO: “excuse-moi, cuanto te salió la birra?”
FRANCES DE 2 METROS: “mmm.. 6 euros”
TANO: “Mierda, que careros estos hijos de puta”
FRANCES DE 2 METROS: “si, a full. De donde sos? Tenes un acento raro”
TANO: “de ARGENTINA!”

Y cuando escucha eso empieza re emocionado a llamar a sus amigos. Resulta que este pibe, que resulto llamarse Mathieu, junto con sus amigos se fueron el año pasado un mes a argentina, e hicieron toda la Patagonia a dedo. Asi que re emocionados, y nos quedamos ahí charlando. En eso llega otro amigo que era ecuatoriano y estaba con su prima Argentina. Hablando me cuenta de su primo, y resulta que era un flaco compañero mio del conservatorio!
Asi que nos quedamos todos flasheados por la casualidad, y cuando les conté lo de que estaba sin lugar para dormir, me invitan a su casa.
Asi que luego de 3 horas de recital impecable (el lugar era para 1000 personas por lo que era como ver a Dave Matthews en el teatro colegiales), nos fuimos todo el grupo a tomar algo a algún bar parisino. Y de ahí a la casa de los chabones, donde nos quedamos 2 horas boludeando, porque el tipo era músico.

Asi que lo que pintaba una mierda, termino siendo un golazo. Lo que nos deja la siguiente moraleja: “mm….” Bueno, no se bien como seria la moraleja, pero en fin. Podría ser: “vigila que tu café no sea escupido por el empleado…”

Al otro dia a las 8 me subo al TGV de regreso a “casa” en Toulouse….